sábado, 24 de marzo de 2012

Nuevo fracaso ruso en su misión a Marte

Un fallo impidió que la estación interplanetaria rusa Fobos-Grunt enfilara rumbo a Marte, ha informado este miércoles Roscosmos, la agencia espacial de Rusia.
El aparato, de 13,5 toneladas de masa, que ha sido lanzado a las 20:16 GMT de este martes (las 21.16 en horario peninsular español) por un cohete Zenit-2SB desde el cosmódromo kazajo de Baikonur, ha quedado en órbita en torno a la Tierra.
"El propulsor no funcionó. No hubo ni primer ni segundo encendido. Esto significa que el aparato no pudo orientarse por las estrellas", ha manifestado el director de Roscosmos, Vladímir Popovkin, citado por la agencia Interfax.
La idea inicial era que la estación se posase en febrero de 2013 en las proximidades del valle Lagado de Fobos, nombre que como muchos otros del satélite natural marciano ha sido tomado de la obra de Jonathan Swift "Los Viajes de Gulliver".
Dos brazos robóticos se encargarían de recoger las muestras de rocas y polvo marciano, tras lo cual el módulo de retorno iniciará su camino de regreso a nuestro planeta adonde llegará después de un viaje de ida y vuelta de 34 meses.



La experiencia soviética

Fobos es una de las dos lunas marcianas, que, según algunos científicos, fue un asteroide capturado por la fuerza de gravedad de Marte. El fracaso del proyecto Fobos-Grunt, con un coste del orden de los 5.000 millones de rublos (cerca 170 millones de dólares), supone un duro golpe para el orgullo y las perspectivas de la agencia espacial rusa, que veían este proyecto como una oportunidad para conservar la experiencia soviética de la conquista del espacio.
La Unión Soviética fue la primera potencia que logró posar un aparato, el Mars-3, en suelo marciano, acontecimiento que se produjo el 2 de septiembre de 1971.
No obstante, el último intento de enviar una nave interplanetaria a Marte en 1996 terminó en fracaso, ya que el aparato se desintegró en pleno vuelo tras ser incapaz de alcanzar su órbita.

sábado, 10 de marzo de 2012

Conspiraciones: Llegada del hombre a la Luna.


La historia, digna de una película política de los 70, cuenta que en la NASA tenían la imperiosa necesidad de demostrar que eran capaces de llegar a la luna antes que los rusos. Para ello contrataron a Stanley Kubrick, sorprendidos por la fidelidad con la que el neoyorquino había retratado el mundo espacial en “2001: A Space Odyssey”. ¿Y qué sacaba Kubrick de todo esto? Justo lo que necesitaba para su siguiente película, “Barry Lyndon”.

Tal y como muchos sabéis, ésta película ha pasado a la historia del cine porque tanto Stanley Kubrick, como su director de fotografía, John Alcott, se empeñaron en rodar la película con una iluminación lo más real posible, lo que les llevaba a usar única y exclusivamente las fuentes de luces existentes en el siglo XVIII. Por eso todos los interiores están iluminados sólamente con velas, tal y como vemos en las fotos. Esto dotó al film de un aspecto visual precioso y único, pero para conseguirlo, el director tuvo que acudir a una lente especial, fabricada por Carl Zeiss que conseguía abrir diafragma a un maravilloso f/0.7. Según la leyenda, las lentes eran propiedad de la NASA, y ésta se las prestaría a Kubrick a cambio de orquestar todo el engaño, y dar la mayor verosimilitud posible a la falsa llegada del hombre a la luna, con el fin de maravillar al pueblo y deprimir a los rusos.
Como suele pasar con este tipo de historias, la realidad siempre es mucho menos apasionante, pero nuestra labor es aclararla. Carl Zeiss fabricó 10 lentes de este tipo. Vendió 6 de ellas a la NASA, los fabricantes se quedaron con otra, y las otras tres… se las vendieron a Kubrick. Kubrick incluso llegó a manipularlas y a convertirlas en lentes de 24 mm para el rodaje de “Barry Lyndon”.
Toda ésta leyenda tiene un origen realmente desconocido, que creo que aunó varios elementos: Por una parte el éxito de “2001: A Space Odyssey”, por otra parte la extraña personalidad del cineasta, y por otra parte todo lo que rodeó la misma llegada del hombre a la luna, plagada a poco que investigues, de elementos, cuanto menos, curiosos. Pero la leyenda tuvo su espaldarazo definitivo a partir de 2002, cuando el canal frances Arte produjo y emitió el “mockumentary” “Opération Lune”.
“Opération Lune” es un “falso documental” para TV dirigido por William Karel. En él, el director hace un excelente ejercicio de montaje (cinematográfico) y buen humor para contarnos con todo lujo de detalles toda la historia del rodaje de la llegada del hombre a la luna por parte de Kubrick. Utilizando toda la leyenda de “2001” y “Barry Lyndon” (que ya circulaba por muchos sitios), Karel se “monta su película” y empieza a ofrecer detalles que dejan boquiabierto a un espectador un poco despistado. Mezclando divertidísimas historias inventadas con otros datos reales, el documental cuenta con testimonios de la viuda de Kubrick, Henry Kissinger o Donald Rumsfeld, lo que le da cierta credibilidad. Pero lo cierto es que a medida que avanza la película vamos viendo que los hechos, las historias y los testimonios son cada vez más inverosímiles, para terminar ésta con un divertido montaje en el que el director, honestamente, deja claro que todo aquello no es más que una broma con ilustres invitados.